Una decisión judicial en un caso anterior con hechos y cuestiones jurídicas similares a los de un litigio que se encuentra actualmente ante un tribunal. Por lo general, los jueces “siguen los precedentes”, lo que significa que utilizan los principios establecidos en casos anteriores para decidir sobre nuevos casos que tienen hechos similares y plantean cuestiones jurídicas similares. Un juez ignorará el precedente si una de las partes puede demostrar que el caso anterior se resolvió erróneamente o que difería de manera significativa del caso actual.